Para introducirnos en el relato, la obra comienza con la presencia de Vladimir (Pablo Mónaco), quien va a desarrollar la labor del coro teatral: enmarca a la obra y además, es el testigo omnipresente y portador de la moraleja. Vladimir, proveniente de Rusia, es el dueño del camping en el que se desarrolla la historia, que la ficción, lo ubica al sur de nuestro país. La puesta en escena posee los elementos necesarios para ingresar en una atmósfera natural y mágica a la vez: el diseño de la carpa en medio del escenario juega un papel tan funcional como poético.
En aquel camping de la Patagonia, tres amigos: Facu (Fermin Varangot), Luca (Santiago Fondevila) y Johnny (Tomás Mejía), pasan algunos días antes de rendir un final de física. A la vera del río, se encuentran con Karina (Flor Chmelik Martinec) , el amor de la escuela, idílico de Facu. Sin embargo, esta última no está sola, sino que comparte la estadía con su novio, Cristian (Francisco Andrade). En la incomodidad que surge de aquella coincidencia se desata la comedia, que propone guiños constantes con el público. El humor y las referencias estéticas y discursivas propias de las décadas del ochenta y noventa, permiten la identificación de los espectadores que vivieron su infancia por aquellos años: desde el uso del walkman y riñoneras, hasta la frase célebre de Dragon Ball Z, pasando por detalles de la película Volver al Futuro.
Asimismo, “La química diaria” escrita por el actor y dramaturgo, Mariano Saba y dirigida por Francisco Prim; aporta una visión diferente a la propuesta por los discursos amorosos hegemónicos y coloca la relación de amistad por sobre la de pareja (amor romántico). De ese modo, los personajes transitan una adolescencia extendida que no sólo refuerza el valor de la relación entre amigos, sino que además, es capaz de devolvernos un ápice de nuestra propia historia.
Volvamos al contrato de convivencia que comentaba en la publicación. Como en el cuento “El Jardín de los senderos que se bifurcan” de Borges en el que el escritor Ts'ui Pên concibe a su obra en “infinitas series de tiempo”, es decir, en un tiempo que aborde todas las posibilidades; “La química diaria” plantea la oportunidad de cambiar nuestro presente modificando las acciones del pasado, como si fueran tiempos paralelos.
Para ello, recurren el mito popular acerca de un viaje en el tiempo que tiene como protagonistas a Los Beatles: se trata de la existencia de un albúm, “Everyday Chemistry”, cuya traducción es similar al título de esta obra. Un tal James Richards afirma haber viajado a un universo paralelo en el que Los Beatles nunca se habrían separado y habrían grabado ese disco. A partir de este hito, la obra propone la existencia de un walkman proveniente de otra dimensión en el que el grupo de amigos reproduce un casete de su infancia: en aquella grabación, cada uno pedía un deseo.
Desde allí, planteadas las reglas del juego, Facu va a ir cambiando su deseo inicial y en consecuencia, va a modificar, una y otra vez, la línea temporal del relato: vamos a atravesar distintas realidades posibles en las que los vínculos entre los personajes van a ir variando constantemente hasta que el protagonista se decida por uno de esos presentes.
Si pudieras alterar los deseos del pasado para modificar tu presente, ¿qué cambiarías?
*Las imágenes pertenecen a Marcia Ruetsch - fb M.R. Audiovisuales/ marciaruetsch.wixsite.com/audiovisuales
Ficha técnico artística
Dramaturgia: Mariano Saba
Dirección: Francisco Prim
Actúan: Francisco Andrade, Florencia Chmelik Martinec, Santiago Fondevila, Tomás Mejía, Pablo Mónaco, Fermin Varangot
Vestuario: Lara Sol Gaudini
Diseño de escenografía: Jose Escobar
Diseño de luces: Ricardo Sica
Realización de escenografía: Jose Escobar
Fotografía: Natalia Zaidman
Arte: Natalia Zaidman
Ilustrador: Lucía Buchar
Diseño gráfico: Lucía Buchar
Asistencia de dirección: Julieta De Moura
Producción ejecutiva: Marina Kryzczuk
NÜN TEATRO BAR
Juan Ramirez de Velasco 419 - CABA
Teléfonos: 4854-2107
Entrada: $ 200,00 - Sábado - 22:30 hs - Hasta el 26/05/2018
No hay comentarios.:
Publicar un comentario