domingo, 8 de abril de 2018

El intervalo imaginario: Bardo, un lugar entre nosotros

En una entrevista, el dramaturgo  Ricardo Monti explica que al momento de escribir, es menester buscar internamente las imágenes: “cuando uno encuentra esas imágenes, las palabras se mueven solas”, sostiene. “Bardo, un lugar entre nosotros” nos propone acceder a ese estadío previo, que permanece oculto para el espectador o para el lector: somos partícipes del proceso creativo, del imaginario del autor antes de ser recortado y resuelto.


En aquel juego, la trama se posiciona como un planteo metateatral: los personajes del escritor se vuelven creadores, y este a su vez, se convierte en personaje. Por momentos, está en el centro de la escena; y por otros, la observa desde afuera. Se plantea una obra y dentro de ella, se desarrollan otras; como enmarcadas. Este recurso que nos seduce, nos empuja a pensar: ¿El escritor existe sin sus personajes? ¿estos personajes son preexistentes a su creación?

Una particularidad expresiva de la obra es la intervención de disciplinas propias del circo contemporáneo: teatro físico, acrobacias, malabares, cyr wheel y algunos elementos del clown intervienen la dramaturgia que este grupo ha desarrollado de manera colectiva: los tres actores junto al director, Gabriel Paez. Anahí Dratman, Maximiliano Chiprut y Juan Guiraud, nos conmueven desde el cuerpo; crean figuras exquisitas y piezas absurdas y humorísticas, generando instantes de belleza y complicidad con el público. Nuevamente, el planteo metateatral.


Asimismo, los actores recorren el espacio particular que ofrece la sala del Espacio Callejón, invitando al público a experimentar un registro horizontal y vertical de la obra: existe un limbo detrás de la puerta que hay en la escenografía, pero también allá, en el cielo de la sala. Los tres actores van  desnudando elementos y desarrollando la historia in situ. Citando nuevamente a Monti, el teatro  se nos presenta entonces “ como un ser vivo que se modifica con intencionalidad frente a otros seres humanos”.


Por otra parte, la musicalización original y el diseño de iluminación permiten guiar al espectador en medio de esa tormenta incesante de historias que inventa este escritor protagonista. De esta manera, componen una estética singular que logra crear espacios oníricos y terrenales con igual intensidad.  


Finalmente, el imaginario herido del escritor frustrado se vuelve metáfora más de una vez; y como ha respondido en una entrevista Mauricio Kartun (frase que adjudica a Monti): “a la herida que produce la imagen sólo la cauteriza la metáfora. La cierra, la sana. Y así toda obra es cicatriz.”



*Las imágenes pertenecen a Marcia Ruetsch - fb M.R. Audiovisuales/ marciaruetsch.wixsite.com/audiovisuales


Ficha técnico artística
Dramaturgia: Maximiliano Chiprut, Anahí Dratman, Juan Guiraud, Gabriel Paez
Actúan: Maximiliano Chiprut, Anahí Dratman, Juan Guiraud
Música: Jerónimo Guiraud
Diseño de vestuario: Las Elvis
Diseño de escenografía: Maximiliano Méndez
Diseño de luces: Miguel De Madrid
Fotografía: Facundo Fraga
Diseño gráfico: Diego Feijoo
Asistencia de dirección: Miguel De Madrid
Prensa: CorreyDile Prensa
Producción: Marina Bacin
Dirección: Gabriel Paez

ESPACIO CALLEJÓN
Humahuaca 3759 - CABA
Reservas: 4862-0655
Web: http://espaciocallejon.com/
Entrada: $ 200,00 / $ 180,00 - Sábado - 23:00 hs
Próximo sábado ÚLTIMA función


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