sábado, 18 de abril de 2015

Mujeres tras la cámara: Inconstante.

El Club Cultural Matienzo está llevando a cabo una muestra llamada Ciclo Cuerpos en la cual invita a un grupo de artistas audiovisuales y bailarines a exponer sus creaciones.

El domingo 29 de marzo se proyectaron en una de las salas del Matienzo, cuatro cortos: Ana Kamien de Marcelo Epstein y Ana Kamien, Arena de Margarita Bali, Crazy de Daniel Böhm y Mariana Blutrach , Tropismo de Qui Binetti y Gustavo Crivilone  e Inscontante de Rocio Gauna y María Victoria Ferrari.

Al final de las proyecciones, los autores nos contaron sobre su 
experiencia y la búsqueda intencional de sus obras. El encuentro entre las huellas de producción y de reconocimiento puede alimentar o empobrecer una expresión artística. En este caso se enriqueció mi experiencia y me permitió conocer las anécdotas que circularon en el momento creativo de estos cortos.

Todo los films tenían como centro de la trama al cuerpo, que se expresaba en cada caso,  como personaje, como guión y como actor a la vez. Variaban los escenarios y las elecciones de los directores y coreógrafos expresaban ideas diferentes, pero todas regresaban al cuerpo y sus peripecias  expresivas.

El tratamiento de las obras profundiza las oportunidades que los  recursos audiovisuales habilitan a la hora de narrar una historia.  Algunos de los cortos, desarrollaban historias netamente surrealistas y otras, en algunos casos a través de la  linealidad narrativa, se inmiscuían en cuestiones psicológicas y filosóficas.

Respecto a esta última categoría, hubo un corto en el que me interesaría detenerme: Inconstante. Se trató de una puesta reflexiva acerca de un tópico eterno: la muerte. Cuatro mujeres grandes, cerca de su vejez, parecen detenerse en paisajes fríos y movimientos lentos, como a la espera de un final inexorable.

Jugando entre paisajes costeros, locaciones interiores y un gran acompañamiento musical, las directoras nos hicieron entrar en un otoño repleto de quietud.

Sin embargo, a medida que el corto se proyectaba, los movimientos de esas mujeres aumentaban su intensidad, hasta redimirlas 
casi por completo.Hasta bañarlas de rosas.
En la aceptación parecen encontrar la mueca, en la compresión de lo inconstante que es un cuerpo en esta vida. Todo lo eterno yace en otra materialidad que nos excede  casi por completo.

Dos diseñadoras de Imagen y Sonido de la UBA, una coreógrafa, cuatro actrices y un equipo de producción dieron vida a una reflexión interesante sobre la parca, sin utilizar las palabras.

Me detuve en este corto por  la identificación propia y la de mis generaciones familiares anteriores con esas mujeres; por mi apoyo y respeto a la educación pública y por  mi admiración hacia aquellos que se dedican a  sus proyectos independientes.

Como decía Galeano “el cuerpo dice: yo soy una fiesta”. Ambas directoras supieron tratarlo de una manera bella y delicada. Sin doctrinas, aceptando su propia sustancia inconstante. 

Los tendré advertidos ante su próxima proyección.



Todas las fotos fueron extraídas de:  https://www.facebook.com/Proyectoinconstante?fref=photo

2 comentarios:

  1. Tuve la oportunidad de ver el cortometraje Inconstante y salí maravillado por su belleza visual, su música y una profunda pregunta a mi mismo sobre la finitud de nuestra existencia

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    1. Experimentamos la misma pregunta.Gracias por pasarte Julián!

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