Cuántas relaciones establecemos con la música?
Cómo la definimos?
Cómo interpretamos los movimientos ajenos?
Qué sucede si voluntariamente cerramos los ojos en un espacio público?
Cuáles son los elementos que nos permiten definir la legitimidad de una
obra?
Qué es arte? qué no lo es?
Qué esperamos de las estructuras?
Existen condicionamientos flexibles?
Se puede crear ex nihilo?
Crecían las notas y sus intensidades hasta hacernos creer que no había
elementos.
Hasta mentirnos como Orson Welles hizo en la radio setenta y siete años
atrás.
Apuesto a que todos creímos que los hombres en escena sólo movían
compulsivamente sus dedos largos y sus rodillas quebradas. Que se movían como
extraterrestres invadiendo la parte blanda del pecho. Que se encontraban
bailando sin coreografía, sin pasos establecidos, sin instrumentos. Personas e
instrumentos se daban el lujo de aparecer y desaparecer. De vivir y morir a
voluntad.
Sólo quedaban cabezas colgando y girando en un compromiso de verdad.
Un acuerdo de lealtad, sin palabras que lo sellen.
Algunos nos encontrábamos más involucrados que otros, como sucede en
algunos de estos espacios.
Los espacios culturales de capital tienen verdad y pose en igual medida.
Poseen propuestas interesantes pero todo se mezcla en un deber ser en
ocasiones incompatible.
Como nos cantaba el flaco Spinetta: “Ya no poses nena, todo eso es en
vano, como no dormir”. Y a partir de ese lema, uno anda en la vida tratando de
dormir mejor.
Tocaron dos bandas el viernes
pasado alrededor de las nueve de la noche en Roseti: Negro Descapotable &Las Consolas y 0+.Los párrafos
anteriores devienen de esa experiencia que recomiendo cuál actriz publicitaria.
Las bandas estaban compuestas sólo por hombres, sin letras ni voces;
sólo bajos, guitarras y batería. La energía femenina intervino (a menos de modo
evidente) a través de las dos chicas que bailaron frente a la primera banda. Estaba sentada en el piso y
su primera aparición me enredó por un momento: la primera valiente se
arrastró justo enfrente mío. Me
cohibieron.
Pude percibir influencias de otras obras hermosas como las creadas por
Radiohead o Invisible. Y también se
mezclaron notas de un rock más pesado, pero ya no pude identificar las
huellas con tanta claridad.
Después de las bandas, compartí un
guiso. Parte de la oferta culinaria del espacio, junto a empanadas y tortas de chocolate violento.
Nos retiramos relativamente temprano. El viernes había terminado, pero
ya habían empezado las preguntas del inicio de esta crónica.
Para conocer a las bandas,"linkee" con confianza:
Negro Descapotable &Las Consolas
Negro Descapotable &Las Consolas
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