Aquel que viva cerca de una estación ferroviaria, sabe que el sonido del arribo del tren comienza a olvidarse con el paso del tiempo. Las paredes vibran, se quiebran sus pinturas y revoques; pero el sonido permanece escondido. Se vuelve rutina invisible. Sin embargo, hay tardes en que el viento acerca ese ruido, y lo destaca del resto. Incluso existen días en que ese tren y su estación, se convierten en espacios de recibimiento y de partida. Es entonces cuando su paso no resulta imperceptible.

“Como si pasara un tren” narra una relación familiar entre una madre, su hijo y una prima que va a quedarse a vivir con ellos por un tiempo. Susana (Silvia Villazur) es la madre sobreprotectora de Juan Ignacio, un adolescente con un retraso madurativo; juntos viven en una ciudad de campo. La relación que mantienen es asfixiante para ambos: Juan Ignacio está atravesando su adolescencia y Susana, la madre, lo cría desde el miedo. Su prima Valeria (Luciana Grasso) es estudiante universitaria, y es de la ciudad. Fue obligada por su madre a pasar unos días en la casa de su tía, como reprimenda por un hecho insignificante: el descubrimiento de un”porro”. Este hecho, impone una suerte de destierro temporario de Valeria por una incomprensión de su madre (también surgida del miedo), en el que va a compartir unos días con su tía y su primo, generando un cambio inevitable en sus rutinas.

El público va a encontrar a lo largo de la obra los detalles de esta transformación. Sucede que los cambios muchas veces yacen silenciosos en pequeños actos, en los guiños simples de quienes intentan embellecer su paso por esta vida. Lorena Romanin, la dramaturga y directora, supo combinarlos para disfrutar de cada estado, de cada emoción. “Como si pasara un tren” es una comedia dramática, que nos hace reír muchísimo, y al mismo tiempo, nos permite atravesar -con total sinceridad- la desdicha.


“Como si pasara un tren” da cuenta de la posibilidad de cambio en los vínculos, abraza las heridas del pasado y nos ofrece la calidez y complicidad que sólo existen en las relaciones de amor. El crecimiento y el deseo se presentan como llegadas inexorables en esta familia. Como aquellos días en que el viento nos acerca el sonido del ferrocarril, y vuelve visible aquello que ya no lograbámos percibir: el tren al final, es real. Habrá que subirse.
*Las imágenes pertenecen a Marcia Ruetsch - fb M.R. Audiovisuales/ marciaruetsch.wixsite.com/audiovisuales
Ficha técnico artística
Dramaturgia y Dirección: Lorena Romanín
Actúan: Guido Botto Fiora, Luciana Grasso, Silvia Villazur
Vestuario y Escenografía: Isabel Gual
Diseño de luces: Damian Monzon
Realización escenográfica: Estudio Werkplatz
Fotografía: Male&dapa + Diego Mares
Diseño gráfico: Fermín Vissio
Asistencia de dirección: Mariano Mandetta
Prensa: Carolina Alfonso
Producción: Casandra Velázquez
Coreografía: Juan Branca
Próxima y última representación del año: Sábado 16/12 - 20 y 22.30 hs
Reestreno: Desde el 5 de enero, viernes y sábados.
En El Camarín de las Musas - Mario Bravo 960 - CABA
Teléfonos: 4862-0655
Web: http://www.elcamarindelasmusas.com
Localidades: General: $ 250 / Jubilados: $ 200 (presentando acreditación)
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