viernes, 15 de diciembre de 2017

El absurdo del acusado: ¿Quién yo?

El grupo Tedrys, es un taller de producción teatral que se ha sostenido a lo largo de 19 años. Sus inicios lo colocan en el escenario de un club de barrio en provincia, hasta lograr en 2003, su participación en el área de cultura de un Municipio. El director siempre fue el mismo, Sergio Bermejo; algunos de los integrantes, en cambio, han variado con el paso del tiempo. El taller ha convocado a más de 550 integrantes del partido. En la actualidad se desarrolla como taller y como grupo teatral independiente: el año entrante promete una nueva representación en el Teatro de la Comedia. Hoy y aquí,  nos convoca su muestra anual como taller.


Habilitan la sala del barrio de Munro, y las dos filas de asientos miran hacia un escenario enorme. Una hora antes, había culminado la representación de los adolescentes, “Breves Historias Tedryanas”. Allí disfrutamos de  dos obras en torno al tiempo, las épocas, y sus transformaciones: “Viejos Amores” y “ Siempre igual”. Luego, comenzó la tercera y última obra, “La Torre de Babel”; que pone en el centro de la trama, los modos en que el egoísmo se manifiesta entre nosotros, negando la existencia de un otro. Desde allí, el pasaje a “¿Quién yo?” de Dalmiro Saénz, se dió sin un corte aparente.

 La obra -escrita en 1969- aborda, desde el humor absurdo, un juicio que busca condenar a un hombre acusado de haberse quedado con un vuelto insignificante. Desde allí, y a través de un tratamiento desprejuiciado  de la locura, se desarrollan una serie de historias hilarantes y absurdas en la voz del acusado. Cada uno de estos relatos, es representado a través de la versatilidad de los diez actores en escena; y una serie de marcaciones musicales y lumínicas. Elementos necesarios para la configuración de cada puente temporal.



“¿Quién yo?” cuestiona el modo en que concebimos la locura; y al mismo tiempo, pone en evidencia la facilidad con la que apuntamos las miserias ajenas. Expone nuestro ruinoso y cuestionable concepto de justicia a partir del juego de palabras y la perturbación de la lógica cotidiana. De ese modo, el personaje principal nos despierta del mismo modo, la exasperación y la identificación inevitable -con el aliciente del humor a cuestas-.


Tedrys no sólo participa y representa la actividad cultural de los barrios que conforman el Municipio, sino que intenta descentralizar y crecer de manera independiente: este sábado se presentan en Capital Federal, ¿quién se atreve a mirarse a sí mismo? No vale responder ¿quién yo?.



*Las imágenes pertenecen a Marcia Ruetsch - fb M.R. Audiovisuales/ marciaruetsch.wixsite.com/audiovisuales

Próxima y última presentación: Sábado 16/12 - 21 hs.
En Sala Martín de Güemes - Tacuarí 566 - CABA
Entrada general $200 y 2x$300


Ficha técnico artística
Dramaturgia: Dalmiro Sáenz
Adaptación y Dirección: Sergio Bermejo
Actúan: Luis Alberto Abram, Alex Arques, Imi Aveiro Buratti, Liliana Cristina Cobo, Luis Curzi, Noemi Khoury, Marta Pillado, Maria Laura Rita, Patricia Sabino, Silvina Troncoso.
Vestuario: Imi Aveiro Buratti
Escenografía: Luis Curzi
Utilería: Luis Abram
Musicalización: Giuliana Regazzoni
Diseño gráfico: Sergio Bermejo
Fotografía: Mauro Arqués
Diseño de musicalización y luces: Sergio Bermejo
Asistente de dirección: Maria Laura Rita

Espabilar los miedos: Como si pasara un tren

Aquel que viva cerca de una estación ferroviaria, sabe que el sonido del arribo del tren comienza a olvidarse con el paso del tiempo. Las paredes vibran, se quiebran sus pinturas y revoques; pero el sonido permanece escondido. Se vuelve rutina invisible. Sin embargo, hay tardes en que el viento acerca ese ruido, y lo destaca del resto. Incluso existen días en que ese tren y su estación, se convierten en espacios de recibimiento y de partida. Es entonces cuando su paso no resulta imperceptible.
La fila para entrar a ver la obra en El Camarín de las Musas llega hasta la puerta. Habilitan la sala, y nos encontramos en el living de un hogar. Una mesa, un sillón de dos partes, dos cortinas de almacén que hacen de puertas y ventanas que también serán vagones de tren. Juan Ignacio (Guido Botto Fiora) ya está jugando en la escena. Sus movimientos están repletos de ternura y entusiasmo. Se oye el sonido del ferrocarril en una pista de  juguete.

“Como si pasara un tren” narra una relación familiar entre una madre, su hijo y  una prima que va a quedarse a vivir con ellos por un tiempo. Susana (Silvia Villazur) es la madre sobreprotectora de Juan Ignacio, un adolescente con un retraso madurativo; juntos viven en una ciudad de campo. La relación que mantienen es asfixiante para ambos: Juan Ignacio está atravesando su adolescencia y Susana, la madre, lo cría desde el miedo. Su prima Valeria (Luciana Grasso) es estudiante universitaria, y es de la ciudad. Fue obligada por su madre a pasar unos días en la casa de su tía, como reprimenda por un hecho insignificante: el descubrimiento de un”porro”. Este hecho, impone una suerte de destierro  temporario de Valeria por una incomprensión de su madre (también surgida del miedo), en el que va a compartir unos días con su tía y su primo, generando un cambio inevitable en sus rutinas.


Su llegada suscita la pregunta por el deseo en el resto de los personajes. La importancia del juego, los anhelos y la necesidad de soltar y cuestionar las estructuras que sostienen sus verdades. Aquellas que alguna vez todos hemos creído como las únicas posibles.

El público va a encontrar a lo largo de la obra los detalles de esta transformación. Sucede que los cambios muchas veces yacen silenciosos en pequeños actos, en los guiños simples de quienes intentan embellecer su paso por esta vida. Lorena Romanin, la dramaturga y directora, supo combinarlos para disfrutar de cada estado, de cada emoción. “Como si pasara un tren” es una comedia dramática, que nos hace reír muchísimo, y al mismo tiempo, nos permite atravesar -con total sinceridad- la desdicha.

Las interpretaciones de los actores en escena se nos presentan resueltas, con características propias y bien definidas. La relación entre estos tres personajes fluye contenida en sucesos cotidianos, que los vuelven cercanos y facilitan la identificación con sus historias. Intuimos entonces, que la maldad y la bondad son categorías equívocas para mirar el mundo.  La obra nos habla de vínculos reales: imperfectos, difíciles e irresueltos; y también, de aquellos encuentros y momentos simples que se proyectan en nosotros como revelaciones, como bocanadas de felicidad.



“Como si pasara un tren” da cuenta de la posibilidad de cambio  en los vínculos, abraza las heridas del pasado y nos ofrece la calidez y complicidad que  sólo existen en las relaciones de amor. El crecimiento y el deseo se presentan como llegadas inexorables en esta familia. Como aquellos días en que el viento nos acerca el sonido del ferrocarril, y vuelve visible aquello que ya no lograbámos percibir: el tren al final, es real. Habrá que subirse.



*Las imágenes pertenecen a Marcia Ruetsch - fb M.R. Audiovisuales/ marciaruetsch.wixsite.com/audiovisuales

Ficha técnico artística Dramaturgia y Dirección: Lorena Romanín Actúan: Guido Botto Fiora, Luciana Grasso, Silvia Villazur Vestuario y Escenografía: Isabel Gual Diseño de luces: Damian Monzon Realización escenográfica: Estudio Werkplatz Fotografía: Male&dapa + Diego Mares Diseño gráfico: Fermín Vissio Asistencia de dirección: Mariano Mandetta Prensa: Carolina Alfonso Producción: Casandra Velázquez
Coreografía: Juan Branca

Próxima y última representación del año: Sábado 16/12 - 20 y 22.30 hs
Reestreno:  Desde el 5 de enero, viernes y sábados.
En El Camarín de las Musas -  Mario Bravo 960 - CABA
Teléfonos: 4862-0655 Web: http://www.elcamarindelasmusas.com
Localidades: General: $ 250 / Jubilados: $ 200 (presentando acreditación)